lunes, 25 de mayo de 2015

La lucha comunicacional en defensa de la Revolución Bolivariana desde la perspectiva de los Medios Alternativos Impresos

En el marco del Primer Encuentro Nacional de Medios Alternativos Impresos aprobamos el siguiente Pronunciamiento inspirados en el espíritu crítico y en la guía estratégica del Comandante Chávez.

La humanidad, en esta etapa de su desenvolvimiento contemporáneo, se encuentra sometida al rigor de varias contradicciones, resaltando de entre ellas,  en primer término, la que recoge la relación sistémica capital /trabajo, es decir, la que se manifiesta en la lucha universal entre la preeminencia de los intereses del capitalismo  y la reivindicación de los trabajadores y la que se expresa, por otro lado, en la lucha histórica de los pueblos por afirmar su soberanía y defender sus derechos a la autodeterminación frente a  los centros imperiales empeñados en mantenerlos sometidos bajos sus designios.
La región latinoamericana y caribeña, al igual que el resto de países del llamado tercer mundo, en los albores del Siglo XXI, ha estado determinada por estas contradicciones que han dado lugar a intensas y cruentas luchas libradas por los pueblos a un alto costo de vidas humanas y patrimoniales. Este es el signo de este tiempo y de todos los tiempos por venir hasta que nuestros pueblos hagan valer su derecho a marcar el rumbo de su destino.
Revolución Bolivariana vanguardia nuestroamericana
Venezuela, por supuesto, no ha estado exenta a estas confrontaciones, todo lo contrario, desde la lucha por la Primera Independencia, con los inicios de la República hasta la presente fecha, con la insurgencia de la Revolución Bolivariana, liderada por el comandante Chávez, le ha correspondido ocupar un papel de primer orden, de vanguardia, en las luchas libertarias de nuestros pueblos. Como diría el Libertador Simón Bolívar, el pueblo venezolano parecería estar llamado por la Providencia a estar siempre presente en la posición de vanguardia en la lucha por la libertad y soberanía de los pueblos nuestroamericanos.
En efecto, con el advenimiento del nuevo Siglo, el pueblo venezolano inspirado en el pasado glorioso de la gesta bolivariana independentista y guiado por la orientación estratégica de Hugo Chávez ha logrado colocarse en una posición de avanzada en la lucha planteada, a nivel continental, en contra del capitalismo depredador, del imperialismo hegemonicista y por la instauración de una sociedad socialista arraigada en nuestras especificidades histórico-culturales.
Con la Revolución Bolivariana desarrollada en nuestro país, con la que se ha logrado afirmar los derechos sociales del pueblo a través del rescate y justa y mejor distribución de las riquezas nacionales, se ha abierto, así mismo, un proceso de integración de los pueblos latinoamericanos y caribeños que pugna por hacerse irreversible como barrera de contención al empeño  perpetuo de dominación del imperialismo norteño.
ALBA, PETROCARIBE, UNASUR, CELAC, han demostrado ser efectivos instrumentos de acción política, económica y cultural para contener la voracidad depredadora del imperialismo estadounidense que siente como su ascendencia sobre nuestros países, otrora concebidos como su patio trasero, ahora se debilita, acentuándose, de esta manera, la tendencia a la resistencia al imperio y a la afirmación de la dignidad latinoamericana y caribeña. Y este cambio sustancial, de nuestros pueblos y países, se corresponde, en lo fundamental, con la impronta de la Revolución Bolivariana en el escenario continental.
Redominación imperial: destrucción de la Revolución Bolivariana
Resaltar este hecho se hace necesario para calibrar en una precisa y clara interpretación la dimensión de la lucha que tenemos planteada como pueblo y como país, pues, nos hace evidente que la estrategia de redominación del imperialismo  sobre América Latina y El Caribe pasa por la destrucción de la Revolución Bolivariana.
Hoy por hoy somos el objetivo primordial de la política intervencionista de los Estados Unidos en esta parte del mundo, tanto por la necesidad vital que tiene su economía de garantizarse el control de los ingentes recursos energéticos que reposan en nuestro subsuelo, como por la función que hemos venido cumpliendo como guía inspiradora para la lucha de los pueblos hermanos, condición que para la élite  privilegiada estadounidense se le hace imprescindible extirpar.
En estos términos, la lucha se expresa y se presagia en todos los terrenos habidos y por haber, y hay que saber llevarla, con sabiduría e inteligencia, como a lo largo de estos últimos 16 años ha venido siendo conducida por la dirigencia revolucionaria, liderada por Chávez, en su momento y ahora por el Presidente Nicolás Maduro. El enemigo que tenemos enfrente es el adversario más poderoso, peligroso y letal que puede existir, pero no por ello inderrotable, ya otros pueblos han logrado derrotarlo, a costa, eso sí, de grandes  y heroicos sacrificios.

Zarpazo imperial
El imperialismo en su intento de doblegar a los pueblos, como es nuestro caso, hace uso de los más diversos y deleznables mecanismos, desde el accionar político, legal e ilegal, adelantado por sus lacayos locales, las presiones diplomáticas, económicas, la manipulación mediática, la guerra psicológica, la subversión guarimbérica, el golpe de Estado, etc., hasta las medidas extremas como el empleo de mercenarios, el paramilitarismo, el terrorismo y la intervención militar directa o indirecta a través de interpuestos actores.
Ya en nuestro país han puesto en práctica muchos de esos instrumentos desarrollados por y desde distintos dispositivos, siendo que, en los actuales momentos, tienen puesto el acento en la desestabilizadora guerra económica, en el propiciamiento del caos y la angustia social a través del rumor y la violencia inducida, la participación electoral parlamentaria apuntando a mejorar la correlación de fuerzas buscando un golpe de Estado parlamentario como ocurrió, por ejemplo con el presidente Lugo en Paraguay y la presión internacional con el cognomento de que Venezuela es un Estado violador de los derechos humanos. Múltiples y diversas iniciativas y acciones que tienen un solo fin, someter voluntades para socavar y debilitar el proceso bolivariano, preparando las condiciones para intentar dar el zarpazo final cuya naturaleza estaría dada por las circunstancias del momento en cuestión.
 Mediática imperial
Entretanto, hay un eje transversal que como el comunicacional se hace presente en todo el intento desestabilizador buscando mellar, de manera constante e incisiva, la base social de apoyo y sostén del Gobierno y de la Revolución Bolivariana y Chavista.
El imperialismo cuenta con todo un poderoso aparato mediático tanto a nivel local como internacional, en el que se conjugan desde los más diversos y sofisticados elementos de la industria cultural, del entretenimiento y el espectáculo, las agencias de noticias internacionales, los grandes multimedios, las redes sociales, las empresas privadas mediáticas locales que, evidentemente, disponen de una sofisticada y avanzada infraestructura y logística tecnológica, pero también de los otros aparatos ideológicos tradicionales como es el escolar, cimentado en los colegios católicos y las universidades privadas y en el no menos efectivo aparato religioso que tiene en la jerarquía eclesiástica una amplia cantera de cuadros difusores de la ideología del viejo orden de dominación; la idea que los mueve es moldear la memoria colectiva de nuestra sociedad, bien a través de los aparatos ideologizantes tradicionales o bien a través de los modernos medios masivos de comunicación.
En esta relación del dispositivo comunicacional imperial y lacayo local no debe soslayarse, además, toda la amplia gama de mecanismos publicitarios (vallas, afiches, pendones, volantes, panfletos, etc.) comerciales y culturales que en infinitas expresiones contribuyen a reproducir constantemente la ideología y valores imperiales y burgueses; el capitalismo se cuela por todos los intersticios de la sociedad reproduciendo sus valores, para ello cuenta con dos instrumentos sumamente poderosos y omniabarcantes: el dinero y la mercancía, que son dos valores que están íntimamente sembrados en la estructura social. Y la noticia convertida en mercancía se ha constituido, precisamente, en una fuente generadora creciente de dinero. 
En todo caso la intencionalidad imperial en materia comunicacional está orientada a imponer un pensamiento único, hegemónico, no contradictorio, en base a una comunicación unidireccional y unilateral que no se plantea compartir conocimiento ni mucho menos fomentar un pensamiento crítico sino la confusión de las conciencias y la ocultación de la realidad, en otras palabras, la recreación de una realidad virtual y la manipulación sutil y  sistemática de una opinión pública favorable a sus intereses.; la idea es atacar la mente de la ciudadanía para sensibilizarla hacia sus planes de control y dominio.
Modelo comunicacional bolivariano
Por ello la lucha por contrarrestar la acción imperial y lacayuna en el plano comunicacional, desde la perspectiva de la comunicación popular alternativa impresa debe partir de una visión lo más integral posible del hecho comunicacional, concebido este no sólo en su expresión mediática sino en su acepción más amplia como relación social, como manifestación de interacción humana.
Los tanques de pensamiento imperiales, los llamados thinks tanks, hacen uso de todos las herramientas que tienen a su disposición con tal de materializar sus políticas y estrategias, esto lo han aprendido ellos, en parte, de las experiencias de las derrotas que le han sido propinadas por los pueblos en sus luchas antiimperialistas, especialmente, la del heroico pueblo vietnamita que recién acaba de celebrar el cuarenta aniversario  del triunfo obtenido en su lucha por la liberación nacional y contra el imperialismo estadounidense.
Allí en Vietnam, se desarrolló la lucha de todo el pueblo, la guerra de todo el pueblo  contra el imperialismo, es decir, el genio de Ho Chi Min entendió, en primer lugar, la necesidad de conformar una amplia alianza social que permitiera unir a todo aquel patriota vietnamita ganado para  enfrentar al invasor y, en segundo lugar, hacer uso de todas las armas y formas de lucha y de organización, desde las más artesanales y primarias hasta las más sofisticadas y avanzadas de la época, con tal de que fuesen útiles para combatir al enemigo. Así venció el hermano pueblo vietnamita pero de allí también aprendió el derrotado pero taimado imperio estadounidense.
A nuestro pueblo le corresponde prepararse y utilizar todas las formas de lucha y de organización y aplicando ese principio al terreno comunicacional asumir que debe apelar a todos los mecanismos, dispositivos, instrumentos, herramientas, técnicas habidas y por haber para darle la pelea, en este caso mediática y comunicacional, a quienes pretenden torcernos la determinación que hemos tomado de ser libres y soberanos; ni más ni menos asumir el principio estratégico de la guerra popular comunicacional como condicionante para abatir a tan poderoso enemigo.
Por ello no se debe subestimar ni marginar ninguna vertiente comunicacional, aún cuando algunas tengan mayor relevancia o significación que otras en un momento determinado. En nuestro concepto, allí está la médula del modelo comunicacional bolivariano, que evidentemente el Comandante Chávez entendió y practicó desde el inicio de su práctica revolucionaria y más aún cuando ya desde el gobierno adosó el concepto de pueblo comunicador.
Chávez, comunicador por excelencia, fenómeno comunicacional del Siglo XXI, apeló a todos los medios que tenía a su alcance para comunicarse con su pueblo, sin desestimar ninguno; así como  hacía uso o estimulaba el uso de un megáfono, de un volante, de un mural, de un conversatorio en una esquina, de una emisora o periódico local, comunitario, alternativo o de su programa Aló Presidente así mismo estimulaba el acceso a las redes sociales y propiciaba la creación de TELESUR y de la Radio del Sur; sabiendo aprovechar cualquier medio para relacionarse y comunicarse con la sociedad. Siempre entendiendo que lo importante era mantener una relación permanentemente interactiva, formativa, educativa entre y con el pueblo.
Estamos conscientes que cada proceso revolucionario genera su propio modelo comunicacional según sea las condiciones específicas en que se da y el tiempo histórico y el nivel tecnológico en que se desenvuelve, es así como, por ejemplo, el proceso revolucionario independentista venezolano descansó su modelo comunicacional en la imprenta (Correo de El Orinoco y las octavillas) y en la relación boca-oreja (hoy se hablaría de la popular radio-bemba); y el aleccionador proceso ruso tuvo en el periódico impreso, un centro generatriz primordial para la organización y la acción revolucionaria, el desarrollo tecnológico de aquel entonces hacía impensable el uso de cualquier otro medio, pero, en ese sentido, la genialidad y el aporte de Lenin, como conductor de ese proceso de transformación revolucionaria, fue precisar, determinar, el papel relevante que el medio de comunicación como ente organizador, agitador y propagador estaba llamado a cumplir en aquel escenario de clandestinidad y de represión extremas. La experiencia venezolana en ese sentido es muy rica, sólo basta recordar la lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez con la prensa clandestina del Partido Comunista y los panfletos contra la dictadura de la Junta Patriótica que debilitaron el régimen y llevaron a decir al dictador: “Papel de imprenta no tumba gobiernos”, pero él se cayó gracias en buena medida a esos periódicos y volantes.
Una vertiente comunicacional en proceso de extinción
En nuestras específicas particularidades, en la que se adelanta el proceso de cambio, teniendo el control del gobierno y de buena parte del Estado y con una correlación de fuerzas favorables debemos saber hacer el mejor uso de tales condiciones, desarrollando una acción comunicacional efectiva y eficaz, haciendo acopio racional e inteligente de todos los recursos y potencialidades disponibles para interactuar con el pueblo (así es como ahora el mango y la lechosa se erigen en mediación comunicacional) y para contrarrestar la labor del fuerte adversario y generar la conciencia crítica en el seno de la sociedad que haga irretornable el viejo orden de dominación; sin dejar de prepararnos, desde una perspectiva estratégica, ante un eventual cambio de condiciones y de escenario que obliguen a desarrollar la lucha de otra manera, las revoluciones contemporáneas, cada vez más, se planifican no se improvisan ( la experiencia del 11 y 12 de abril de 2002 debería servirnos de alerta y prevención)
Creemos así lo entendió, lo predicó y lo practicó Chávez, pero no así lo entienden, ni lo predican ni practican muchos de los compatriotas a quienes les ha correspondido la importante responsabilidad de adelantar las políticas públicas y partidistas relacionadas con el ámbito comunicacional.
La mejor demostración de esta aseveración la representa la situación en que se encuentran los medios alternativos impresos que, a pesar del comprobado compromiso militante con la Revolución Bolivariana de los comunicadores y las comunicadoras populares que los impulsan, se encuentran expuestos a una virtual desaparición ante la incomprensión  e indolencia del funcionariado  estatal.
Nos resulta ocioso abundar en las demostraciones de ese compromiso militante de los y las comunicadores y comunicadoras populares con la Revolución Bolivariana, solo baste con apuntar que desde antes del insurgimiento del movimiento bolivariano liderado por el comandante Chávez muchos de los (as) activadores (as) de los medios alternativos y comunitarios ya tenían una posición de compatriotas resteados con los anhelos de cambio del pueblo venezolano que, por supuesto, se vino a potenciar con la aparición del movimiento chavista y su asunción posterior al gobierno de la nación, lo cual  significó un despertar del pueblo venezolano de ese adormecimiento que estuvo sometido por varias décadas por la labor desplegada por el imperialismo y sus lacayos locales temerosos como estaban de que renaciera el espíritu protestario que ya se había manifestado  en algunos momentos puntuales de la luchas sociales durante el período cuartorrepublicano.
El ascenso al gobierno nacional del movimiento bolivariano fue el detonante para que aflorara el ímpetu participativo y protagónico del pueblo del que estaba impregnada la impronta chavista y junto con ello su deseo de expresarse por tanto tiempo contenido e invisibilizado. Desde los primeros años de la Revolución Bolivariana ya en funciones de gobierno, esta estuvo amenazada por el propósito imperial de derrocarla y ante la situación de debilidad aparente en que se encontraba, especialmente en el área comunicacional, comenzaron a surgir numerosos medios alternativos y comunitarios tanto en la ciudad capital como en el interior del país dando lugar a ese vigoroso y extraordinario fenómeno de la comunicación popular sin parangón en el mundo que fue otra característica innovativa de la Revolución Bolivariana.
Este fenómeno de la comunicación popular en nuestro país surgió sin ningún tipo de afán de lucro ni interés pecuniario de quienes lo impulsaron, fue expresión, por el contrario, de la más excelsa disposición de contribuir con la defensa de las aspiraciones redentoras del pueblo y de la afirmación de los valores de soberanía y de independencia nacional que encarnaba la gesta liderada por el Comandante Chávez, quien, por cierto consciente del aporte y de la significación de la comunicación popular en la lucha de nuestro pueblo, siempre abogó y trazó medidas para apoyar y estimular su fortalecimiento y desarrollo.
Pero como ya hemos señalado una cosa proponía el Comandante y otra cosa disponían los encargados de ejecutarla, tendencia anómala que se reforzó con la lamentable dispersión que se hizo presente en el seno del incipiente movimiento social de la comunicación popular, error este que se impone sea superado como en efecto está siendo, en el caso de la comunicación impresa con la convocatoria del Primer Encuentro de Medios Alternativos Impresos, para poder solventar la situación de debilidad en que nos encontramos.
En otros documentos hemos expuesto los avatares  a los que nos hemos enfrentado los comunicadores populares del país, especialmente los de la vertiente impresa que hemos tenido que padecer desde los arrestos burocráticos e indolencias de distintos funcionarios, hasta las desviaciones academicistas y positivistas en la formación profesional de otros tantos, pero sobre todo, hemos estado expuestos a la incomprensión y falta de formación de la mayoría de ellos, para asumir, con las excepciones naturales del caso, del principio fundamental de la guerra popular comunicacional, de la necesidad paradigmática de incorporar y activar toda la potencialidad comunicacional del pueblo venezolano a la lucha y confrontación fundamental en contra del imperialismo y sus lacayos locales en su deleznable pretensión de truncar la Revolución Bolivariana y acabar con la voluntad de afirmación de la soberanía nacional y de integración nuestroamericana del pueblo de Bolívar. Si entendieran este principio darían muestras concretas de apoyo y solidaridad con la comunicación popular.
Se pretende negar o minimizar el papel que desde aquel glorioso 13 de abril de 2002 jugó y juega la prensa alternativa, cómo desde nuestros medios hemos enfrentados todos estos años la guerra mediática y a los lacayos medios de comunicación nacionales y regionales en manos de la oligarquía. La derecha nos teme porque ha sentido y siente los golpes que les asestamos, pero desde el gobierno funcionarios plantean ahogarnos, ignorarnos, exhortándonos, en algunos caso que migremos a internet. No entienden que al debilitar el músculo de los medios alternativos se está debilitando a la Revolución.
Los medios impresos han sido condenados prácticamente a su extinción por los altos costos de impresión, las dificultades para acceder a los insumos requeridos para la producción de los periódicos, la imposibilidad a la fecha de utilizar la infraestructura del Estado para imprimir  y, especialmente, por la negación a otorgar pautas publicitarias o a establecer otros instrumentos financieros que hagan posible la producción de los productos editoriales. Un Estado y gobierno revolucionario deben atender con prontitud esta situación extrema en que se encuentra la comunicación popular alternativa impresa venezolana. La convocatoria de este Primer Encuentro Nacional de Medios Alternativos Impresos responde, precisamente, a la necesidad de promover salidas a tan angustiante situación y a la comprensión que debemos articularnos como movimiento nacional para lograr avanzar en la concreción de los objetivos que tenemos planteados como parte, que somos, del pueblo comunicador.
Asumimos el llamado del Presidente Maduro  a asumir la Ofensiva Comunicacional
El Presidente Maduro, certeramente, a nuestro entender ha formulado un llamado nacional a todo el pueblo a incorporarse a una Ofensiva Comunicacional para contrarrestar la arremetida imperial y de sus lacayos locales en contra del Gobierno Nacional y en contra del bravo pueblo bolivariano y chavista.
Ha indicado el Presidente Trabajador que la idea es que se configure en cada Plaza Bolívar del país, en cada Esquina Caliente un debate público y participativo en torno a los grandes temas que están en el interés nacional, particularmente, en base a los artículos que salen publicados, semanalmente, en el periódico 4F, de manera de concitar al pueblo al análisis y consideración de las políticas públicas, de los grandes problemas del país, de la situación internacional que en ningún caso puede escapar de la preocupación reflexiva de los venezolanos y venezolanas. Loable iniciativa que bien merece nuestro total apoyo pues es un esfuerzo que vendría a contribuir a la formación política y revolucionaria del colectivo nacional.
Sólo nos resta señalar a tan importante llamado de Ofensiva Comunicacional la conveniencia de incorporar también en dichos debates los contenidos de los periódicos populares alternativos contentivos a su vez de oportunos y certeros enfoques del acontecer internacional, nacional y local; claro está, ello será posible cuando nuestros periódicos puedan entrar nuevamente en circulación. En eso estamos.
¡Los Medios Alternativos Impresos:
Unidos defendemos y fortalecemos la Revolución!
¡Los Medios Alternativos Impresos:
Vanguardia Comunicacional Antiimperialista
por la defensa de la Soberanía Nacional!

Equipo Organizador
 Primer Encuentro de Medios Alternativos y Comunitarios Impresos
Mayo 2015
 


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