viernes, 21 de abril de 2017

Enfoque UNAMACI Apuntan al desgaste pero logran lo contrario



*Miguel Ugas

Quienes adversan la revolución bolivariana tienen trazada la táctica del desgate como fórmula para acceder al poder del país y, con ello, afincar sus garras, nuevamente, sobre las  riquezas nacionales, pero, la realidad, esa terca realidad que se les hace esquiva, no se aviene a congeniarse con la intencionalidad que los anima, pues, al contrario de lo esperado, lo que logran, como resultado concreto, es el fortalecimiento de quien pretenden disminuido: el gobierno bolivariano.

Es evidente que, la élite imperialista estadounidense, el gobierno de Trump, , la CIA, el Comando Sur, la mediática transnacional, el inefable Almagro, la derecha internacional y sus ONGs, la burguesía apátrida y la oposición local, y los que le sirven de comparsa, como la selecta jerarquía eclesiástica, en ese orden de orquestación, están empeñados en dar al traste con el proceso político que se viene desarrollando en el país. 

Arremetida

Pero, también, es ostensible que en estos últimos 4 años, los que lleva Nicolás Maduro ejerciendo la Presidencia de la República, han arreciado esa arremetida en la creencia de que con la partida física del Comandante Chávez, dada su determinante significación en el proceso bolivariano, se produciría un pronunciado debilitamiento del mismo, que haría inminente el desplazamiento del gobierno.

Al gobierno de Maduro, desde el primer momento, no le han dado cuartel. En lo político, comenzaron por desconocerlo en el acto mismo en el que, en buena lid, ganó la Presidencia (llamado de Capriles a “drenar la arrechera”-2013); a derrocarlo, luego, con la proclamación de la Salida de Leopoldo López-2014; así como con el intento de golpe de estado “operación Jericó” febrero-2015.

Insistieron con el reto lanzado por Ramos Allup, desde la Asamblea Nacional, de salir de Maduro en un lapsus de 6 meses-2016; luego con otro intento de golpe de estado, organizado en torno a la figura del General Raúl Isaías Baduel, identificado entre los conspiradores con el código de “el papa”, febrero-2017; el acoso desde la OEA, con Almagro como articulador, amenazando con la aplicación de la Carta Democrática Interamericana para dar pie a la “ayuda humanitaria” como antesala de una intervención militar extranjera-2016-2017; rematando con el sistemático hostigamiento con marchas hacia el centro de Caracas, con la finalidad de plantarle cerco a Instituciones fundamentales del Poder Público, aliñadas con escaramuzas terroristas dentro de la idea de proyectar la imagen de un país en caos permanente.

Matriz de estado fallido

Todo ello en el marco de declaraciones destempladas de funcionarios del gobierno estadounidense, siendo la guinda en la copa, la aberrante Orden Ejecutiva de Obama de 2015, ratificada en 2016, declarando a Venezuela como “amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad  nacional y política exterior de Estados Unidos”. Acompañadas, claro está, con declaraciones altisonantes de funcionarios de gobiernos y de voceros de organizaciones internacionales, cipayos del imperialismo estadounidense, concertados todos en el propósito de aislar y desprestigiar al gobierno bolivariano, tratando de imponer la matriz de Estado fallido, calcando las experiencias que ya han utilizado  en otros espacios, para perfilar un expediente con el cual poder justificar la acción interventora.

Paralelamente, en lo económico, han orquestado, hacia lo externo, un cerco financiero destinado a limitar la posibilidad de financiamiento al que apelan legítimamente todos los países del planeta para cumplir con sus compromisos económicos; y, en lo interno, la instrumentación de una despiadada guerra económica, con la que aspiran asfixiar al pueblo trabajador, perversa medida que si bien les permitió obtener el triunfo electoral parlamentario de diciembre-2015, ahora, aspiran les continúe sirviendo de soporte para apuntalar el ambiente insurreccional en el que están empecinados. 


FOTO: https://goo.gl/volZzf


 Agenda extremista

En fin, estamos ante un cuadro sumamente complejo en el que el sector extremista de la oposición le ha venido imponiendo su agenda al conjunto opositor, desarrollando, en la práctica, el concepto de guerra no convencional, articulando distintas formas de lucha, en la que se combinan acciones legales con no legales o violentas y el uso sistemático de la mediática privada y de las redes sociales para distorsionar la realidad y  estimular el caos social.  

Y cuál ha sido el resultado de tan desmesurada campaña, pues, que, pese a todo, el proyecto bolivariano que, efectivamente, fue afectado con la siembra temprana del Comandante Chávez, se ha venido recuperando, dando respuesta a los problemas, impulsando los motores económicos, elevando la producción, afinando la distribución de alimentos a través de los CLAP, acentuando su presencia en el seno del pueblo con las Misiones Sociales y consolidando un movimiento político que el pasado 19 de abril se hizo presente en las avenidas de Caracas con todo su vigor, evidenciando una gran capacidad de convocatoria que en mucho supera a la de la oposición; que, temerosa ante el fortalecimiento del bolivarianismo, evade la propuesta del diálogo, escurre el bulto a la elección de gobernadores y persiste en el atajo insurreccional para facilitar el golpe de estado con intervención extranjera. 


FOTO: Unión cívico militar https://goo.gl/k8sr4v


Chavismo fortalecido

En nuestro país, tenemos una oposición de clara definición apátrida, que  por no saber administrar el circunstancial triunfo electoral parlamentario, ni canalizar su práctica política en los cánones constitucionales, se ve forzada a  estimular la intervención de la “planta insolente del extranjero” y esa táctica lejos de desgastar el proyecto político chavista lo fortalece, acrecentando el ímpetu independentista, antiimperialista y bolivariano del pueblo venezolano.

No hay otra, a los apátridas hay que contenerlos con la unión cívico-militar, la movilización popular, abogando por la paz social y blandiendo con absoluta firmeza la fundamental ley constitucional.

*miguelugas@gmail.com


domingo, 2 de abril de 2017

Enfoque de UNAMACI / Ante la componenda en la OEA del traidor Almagro y la derecha apátrida




Nosotras/os  activistas y militantes del movimiento de la comunicación popular alternativa y comunitaria impresa, organizados en la UNION NACIONAL DE MEDIOS ALTERNATIVOS Y COMUNITARIOS IMPRESOS (UNAMACI), identificados con los principios y ejecutorias de la Revolución Bolivariana, alertamos al mundo sobre la maniobra desestabilizadora que la ultra derecha venezolana, apoyada en la derecha continental y auspiciada por el gobierno imperialista estadounidense, ha intentado realizar al pedir la aplicación de La Carta Democrática Interamericana contra La República Bolivariana de Venezuela. 

Protestamos y condenamos el informe reformulado presentado por  el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, sobre Venezuela, financiado por la ONG International Crisis Group, mampara  de la petrolera Exxon Mobil,  cuyo telón de fondo es el de privilegiar los intereses de las elites políticas y económicas internas y externas y poner en juego nuestra soberanía y nuestros inmensos  recursos energéticos,  minerales y naturales.
Condenamos y rechazamos que Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), se haya convertido en enemigo acérrimo de  la Patria de Simón Bolívar,  de  Hugo Chávez y del heroico y digno pueblo venezolano y pretenda aplicarle a nuestro país la Carta Democrática Interamericana.
No existe una situación que amerite tal medida. La República Bolivariana de Venezuela respeta los derechos humanos y practica la democracia participativa y protagónica. En nuestro suelo venezolano no existe una situación que ponga en peligro las  plenas libertades fundamentales de las que hemos gozado en 18 años de Revolución. Almagro y la ultra derecha venezolana en una vil componenda buscan facilitar una intervención militar en nuestro país, para derrocar al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, en vista de los constantes  fracasos que hoy ostenta la errática y antidemocrática  oposición venezolana  amparada bajo la injerencia de Washington, con Almagro como ejecutor del plan.
Levantamos nuestra voz sobre los planes intervencionistas y las acciones que tiene activadas el  Departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU), a través de todas sus embajadas,  particularmente en América Latina y El Caribe, presionando y pretendiendo chantajear a todos estos  gobiernos para que apoyen una intervención global contra Venezuela.
Respaldamos de manera plena y categórica la valiente posición de nuestra Canciller Delcy Rodríguez en el Consejo Permanente de la OEA, en la que al colocar en su sitio al acólito Almagro, denunció el evidente injerencismo imperialista estadounidense.
Alertamos y denunciamos, una vez más, la práctica comunicacional de la plataforma mediática transnacional que es el instrumento a través del cual el imperialismo estadounidense manipula a la opinión pública mundial presentando una versión absolutamente sesgada de la realidad nacional, todo ello, con el avieso propósito de pretender justificar la concreción de  su injerencia directa en la Patria venezolana, tal cual, como lo han hecho en otros países con las nefastas consecuencias  para los pueblos.
 Lamentablemente el traidor Almagro y la apátrida derecha opositora se prestan para tan siniestros planes, pero estos delitos no quedarán impunes, ya la historia les está cobrando esta infamia y  nuestro digno pueblo venezolano y nuestroamericano sabrá darles la respuesta contundente que se merecen.
¡Repudio al traidor Almagro, lacayo imperialista!
¡No al injerencismo auspiciado por la derecha opositora!
¡Viva la dignidad y soberanía del pueblo venezolano!
¡Abajo el imperialismo estadounidense y la derecha internacional!
¡Chávez vive, la Patria sigue!
Equipo coordinador de UNAMACI