Ante las circunstancias por las que atraviesa el país, en las que la derecha radical paraopositora se apresta a dar el zarpazo con el que aspira tomar el poder político y truncar el proceso revolucionario bolivariano, un proporcionado número de comunicadores populares, expresivo de las distintas vertientes que configuran la comunicación popular, alternativa y comunitaria venezolana, procedimos a reunirnos en un extraordinario evento que denominamos Encuentro Nacional Insurgente de la Comunicación Popular 2016, llevado a efecto en la Escuela de Formación Socialista Ezequiel Zamora, de Charallave, Miranda, entre los días 19, 20 y 21 del mes de febrero.
Teniendo como puntos centrales de la agenda: 1) Política para
la defensa de la Revolución Bolivariana desde el ámbito de la Comunicación
popular e 2) Impulso de la Ley de la Comunicación del Poder Popular. (Avance en
la concreción de su Base Organizativa y de su Reglamento); desarrollamos, en
las mesas de trabajo, un intenso y fructífero debate que se resume en los
términos siguientes:
Política para la
defensa de la revolución Bolivariana
Luego de analizar la
coyuntura política, en el marco de latáctica
de guerra no convencional que viene
implementando el imperialismo y la burguesía apátrida local en contra del
gobierno bolivariano y del pueblo venezolano, táctica en la quese combinan
acciones legales con acciones desestabilizadoras ilegales, orientadas, todos
ellas, a crear la imagen de que se está ante un país en caos, con un gobierno
no apto para gobernar, incapaz para solucionar los problemas que aquejan a los
venezolanos, con miras a crear las condiciones levantiscas con las cuales
avanzar en sus verdaderos propósitos insurreccionales, que les permita dar el
zarpazo con el cual alzarse con el poder político, en el marco de los seis primeros meses de este año, 2016, que se han dado de plazo para
concretar tan desquiciante plan, sin parar mientes en las consecuencias que se
le puede deparar a la sociedad
venezolana; y que se manifiesta en:
º La implacable guerra
económica (acaparamiento y desabastecimiento de productos, alimentos y
medicamentos, especulación creciente y desmedida de precios, enlentecimiento de
la producción, “bachaqueo” y contrabando de extracción, debilitamiento del
bolívar con el dólar paralelo, etc.), destinada a crear una pertinaz generación
de angustia y malestar social generalizado;
º Lapresión política
de la derecha internacional que tiene su máxima expresión en el decreto de
Obama del 9 de marzo de 2015 en el que se declara a Venezuela como un peligro
para la seguridad de los Estados Unidos;
º La guerra financiera
con la que se pretende impedir el acceso de nuestro país al crédito financiero
internacional;
º Las acciones soterradas de saboteo a los
servicios públicos, en especial al Sistema Eléctrico Nacional, y de estímulo a
la inseguridad promovida por paramilitares y bandas criminales con la función
de sembrar el sosiego, el miedo y el
terror en el conjunto de la sociedad;
º Las acciones cuasi
legales emprendidas desde la Asamblea Nacional, con las cuales intentan
mantener bajo una tensión permanente a la comunidad nacional,desconociendo, con
ello, el equilibrio de poderes en el que se basa la institucionalidad
constitucional del país;
º La guerra psicológica y comunicacional desatada tanto desde el exterior como, por
supuesto, desde el interior del país con toda su carga tergiversadora y
manipuladora de la realidad nacional, estrategia esta, que,a nivel continental,
ya ha cobrado victimas electorales en países hermanos como La Argentina y Bolivia.
Frente a este
panorama, por demás, sombrío, a las fuerzas patrióticas, entendemos los
comunicadores populares reunidos en Charallave, les corresponde, asumir, en primer lugar, una cabal comprensión
de la magnitud de la gravedad de la situación planteada, (la posibilidad de que
el fascismo se haga con el poder del país y haga tabla rasa con los avances
democráticos y sociales que nuestro pueblo ha conquistado en estos años de
Revolución Bolivariana) y, en este sentido, impulsar la concienciación del
pueblo como sujeto político para que sea capaz de enfrentar y superar las
contingencias que están por sobrevenir.
En segundo término, entender que hay que imprimirle mayor eficacia revolucionaria a la
acciónfuncional y comunicacional gubernamental, demostrando de que se es capaz
de solventar las vicisitudes presentes y darle respuestas efectivas a los
padecimientos del pueblo que se percibe desamparado (frente a la escasez, las
colas y el bachaqueo) y acentuar la labor contraloray judicial ante la agresión
contumaz del empresariado voraz y ante la labor socavadoraimpunede muchosfuncionarios
corruptos y desaprensivos que, dejándose ganar por los antivalores capitalistas,
han perdido la perspectiva del papel que les corresponde en la gestión pública.
Y en tercer lugar, desarrollar las acciones políticas pertinentes en aras de
reconstituir el bloque histórico de fuerzas sociales insurgentes que le
permitió al Comandante Chávez emerger de las entrañas del pueblo para
consensuar la hegemonía que hizo posible los cambios sustantivos y
revolucionarios alcanzados por la sociedad venezolana en estos años de
Revolución Bolivariana.
Bloque histórico
social con el que se logró ir construyendo un nuevo sentido común, una nueva
subjetividad, una nueva hegemonía en la sociedad, fundada en los valores
bolivarianos, chavistas y socialistas, hoy, nuevamente, en disputa por el
afloramiento del mensaje regresivo de la derecha apátrida, cuartarrepublicana y
capitalista decadente.
Comunicación
popular eficaz ante la difícil coyuntura del país
Ante
esta táctica de guerra no convencional, al no tener un carácter abiertamente
beligerante, el ámbito comunicacional ocupa un rol preponderante, pues, como es
harto conocido, esta guerra se libra, básicamente, en la mente de las personas,
apuntando a socavar la identidad nacional de los pueblos, sus valores patrios,
a debilitar la credibilidad ciudadana en sus gobiernos y dirigentescomo
garantes de la seguridad y del bienestar colectivo, a insuflarle miedo y
progresiva angustia a las masas, procurando la afectación de la psiquis social,
en fin, a disminuir la confianza en el proyecto-país, agotando la resistencia
popular, y presentando como salida necesaria el señuelo del retorno a la
“democracia en libertad” que no es más que la reinstauración de la tiranía del
capital y la sumisión del país a intereses extranjeros.
De
allí la trascendencia de la labor comunicacional en este esfuerzo colectivo por
construir una sociedad y patria libre y soberana; labor comunicacional en la
que la mediática estadal, de eso no tenemos la menor duda, juega un papel fundamental para contener, resistir y
trascender los embates del poderoso aparato comunicacional de la burguesía
local, la derecha internacional y del imperialismo y en la que, igualmente, la
comunicación popular, alternativa y comunitaria, le corresponde una ejecutoria
primordial, de vanguardia para contrarrestar las campañas mediáticas
ideologizantes de la burguesía, tergiversadoras de la realidad.
Los comunicadores populares que ejercemos el
quehacer comunicacional desde las distintas vertientes en que se expresan los
MAC y en cualquiera otra manifestación comunicacional estamos plenamente
conscientes del papel que nos corresponde, en esta hora aciaga, en que la
canalla burguesa y mediática nacional e internacional han colocado al país, y,
en este sentido, con renovado compromiso militante, dispuestos estamos a
construirnos como una fuerza insurgente de transformación y como auténtico
brazo comunicacional de la Revolución Bolivariana y Chavista, teniendo como
inspiración al Comandante Hugo Chávez, insigne comunicador popular, quien
siempre tuvo presente en su práctica comunicacional el propósito de “informar,
comunicar y organizar” al pueblo, en el marco de la visión estratégica de
concebir a la comunicación como una real y efectiva “artillería del
pensamiento”.
Por
tal motivo y en base a las consideraciones políticas precedentes nos proponemos
y, a su vez, postulamos al conjunto de las fuerzas patrióticas revolucionarias,
a los movimientos sociales y al gobierno bolivariano del presidente Nicolás
Maduro, las siguientes propuestas que condensan nuestra concepción de la
comunicación que desde el ámbito popular está planteada desarrollar en la
presente coyuntura venezolana:
1) Una comunicación
para la defensa de la Revolución Bolivariana, del gobierno del Presidente
Nicolás Maduro y del legado del Comandante Chávez. En esta hora de definiciones
en la que se cierne sobre la Patria de Bolívar la amenaza imperialista y de la
burguesía apátrida decadente, se impone que los comunicadores populares asuman
su quehacer comunicacional desde una perspectiva de compromiso militante en
defensa del pueblo, de sus sueños redentores y de su sentida verdad histórica.
2) Una comunicación
para estimular y fortalecer el Poder Popular, en todas sus expresiones
orgánicas, baluarte fundamental surgido de la inventiva y creatividad del
Comandante Chávez y pensado para que se
constituya en el soporte del proceso constructivo de la nueva sociedad
porvenir, la del socialismo del siglo XXI.
3) Una comunicación
para enfrentar la crisis, asumiendo a esta, más que como un cúmulo de inmensas
dificultades, como una oportunidad histórica para trascender los problemas del
presente venezolano y propiciatoria
para la continuidad y más concreción de los objetivos contemplados en el
Proyecto-País Simón Bolívar, obra suprema del legado de Chávez.
4) Una comunicación
que, en esta etapa crítica de emergencia económica y política del país, debe
ser asumida por los comunicadores populares con un carácter y una orientación
decididamente confrontacional con los enemigos del proceso bolivariano, que no
están ganados para el ejercicio de una oposición democrática sino que por sus
ansias de poder y vocación lacayuna y
sumisa frente a los centros de poder imperial pretenden arrasar con el orden
constitucional y poner en riesgo la paz y sosiego de la República.
5) Una comunicación
para incentivar y promover la cultura de la ética y del trabajo productivocomo
factor idóneo para ir superando la economía rentista y para estimular los
procesos productivos en los distintos sectores económicos que han sido
determinados como fundamentales para la superación de los problemas de productividad
y abastecimiento que padece la economía y el país en su conjunto.
6) Una comunicación para fomentar la agricultura
urbana y periurbana, en el entendido que este es un mecanismo que contribuye a
aliviar la carga y necesidades alimenticias de las familias así como un factor
propiciador de la interacción y solidaridad comunal.
7) Una comunicación
para apoyar, estimular e impulsar la consciencia contralora en nuestro pueblo;
los enemigos de la revolución han actuado a sus anchas, especulando,
acaparando, enlenteciendo la producción, contrabandeando, etc., y las medidas
de control y vigilancia hasta ahora aplicadas han resultado insuficientes, en
buena medida, a nuestro juicio, porque el control no ha sido ejercido
directamente por el pueblo organizado, por el Poder Popular; de allí que
auspiciamos la perentoria necesidad de que se arrecien las acciones contraloras
con la participación activa y protagónica del propio bravo pueblo; hay
suficiente basamento constitucional y jurídico para sustentar la acción contralora
protagónica popular. En este aspecto es preferible pecar por acción que por
omisión, que, lamentablemente es lo que ha venido sucediendo.
8) Una comunicación
para denunciar y combatir las prácticas corruptas y burocráticas que tanto daño
le han hecho al proceso bolivariano; los corruptos y burócratas, del nivel que
sean, al comprobársele la falta o delito, deben ser expuestos al escarnio
público y duramente sancionados.
9) Una comunicación
para reforzar, enaltecer y defender la simbología bolivariana que la oposición
paraopositora en sus desquiciantes pero calculados propósitos pretende
invisibilizar, banalizar y menospreciar intentando borrar la nueva subjetividad
y espiritualidad bolivariana.
10)
Una
comunicación para estimular el ejercicio del espíritu crítico y autocrítico de
nuestro pueblo; ambas son prácticas sumamente necesarias para impulsar el
desarrollo y fortalecimiento del proceso de transformación bolivariano que se
viene adelantando en nuestro país, que se deben animar y en ningún caso coaccionar
siempre y cuando se realicen con intencionalidad constructiva.
11)
Una
comunicación concebida para desarrollar con los medios del sistema público
nacional una relación de respeto,
solidaridad y complementariedad asumiéndonos como aliados estratégicos en el esfuerzo
común por mantener informado a nuestro pueblo y en la lucha compartida por
contener y anular el mensaje manipulador y tergiversador de la mediática
privada local e imperial.
12)
Una
comunicación para abrir y propiciar canales
de coordinación y de integración con los medios de comunicación
populares, alternativos y comunitarios actuantes en los países hermanos
nuestroamericanos, en función de establecer redes de interacción a nivel
continental; inspirados en el Proyecto Bolivariano,“la Patria es América”, cada
vez estamos más conscientes del carácter continental de la lucha de nuestros
pueblos
13)
Una
comunicación enfocada en el plan estratégico de fomentar la reconstitución del
amplio frente social que en su oportunidad supo construir el Comandante Chávez
(incluyendo, por supuesto, la unidad cívico-militar) y que ahora, en las
actuales circunstancias del país, reviste singular significación para enfrentar
la arremetida imperial y de la derecha
paraopositora.
14)
Por
todas estas razones, por la emergencia que entendemos está planteada en nuestro
país, atendiendo al criterio de la territorialidad espacial y social en la que
nos desenvolvemos los medios alternativos y comunitarios, acordamos, impulsar
en nuestros respectivos ámbitos de acción un plan de contingencia que articule
diversidad de elementos orientados a mejor preparar y organizar la defensa y
contraofensiva del pueblo comunicador en las presentes circunstancias;
15)
Para
el desarrollo de esta intencionalidad y política comunicacional que los medios
populares, alternativos y comunitarios debemos
articular, cada vez más, a lo largo y ancho del país, en las fronteras, en las
comunidades, en las ciudades, en los movimientos sociales, en fin, en el tejido
social venezolano se hace apremiante e inaplazable la potenciación y
fortalecimiento de todas las vertientes que confluyen en el torrente
comunicacional popular nacional; y para ello es vital tanto el reconocimiento
enaltecedor como el apoyo concreto, técnico,financiero y estratégico del
gobierno bolivariano.
Con
relación a la instrumentación de la Ley de la Comunicación del Poder Popular
En
cuanto al segundo punto de nuestra agenda,
destacamos, que, a todas luceses más que evidente que la reciente
aprobación de la Ley de la Comunicación del Poder Popular, el pasado 10 de
diciembre, por parte de la Asamblea Nacional y su promulgación, por el
Presidente de la República, Nicolás Maduro, el reciente 28 de diciembre,
constituye un logro indiscutible del movimiento social venezolano de la
comunicación popular, alternativa y comunitaria, que ha de contribuir
enormemente con su fortalecimiento y
organización.
Fueron
varios los años transcurridos desde el momento en que surgió la idea, entre los
comunicadores y comunicadoras populares del país, de concebir un instrumento
legal que interpretase la realidad refulgente de la comunicación popular que,
al calor de la efervescencia que despertaba el proceso bolivariano, se había
expandido y potenciado a lo largo y ancho del territorio nacional; fue un
trayecto que se alcanzó transitar, de por lo menos, 6 años, a partir del 2009,
caracterizado por avances y retrocesos,
encuentros y desencuentros, en el que surgieron múltiples propuestas y varios
anteproyectos de ley, hasta que, por fin, maduraron las condiciones políticas,
anímicas, subjetivas, teóricas que hicieron posible la concreción de tantos
esfuerzos e iniciativas tanto de los comunicadores y comunicadoras populares,
propiamente, como de los diputados revolucionarios y técnicos legislativos, con
lo cual se materializó el ansiado resultado que se expresa en la promulgación
presidencial de diciembre pasado; ahora los comunicadores y comunicadoras
populares, brazo comunicacional del bravo pueblo venezolano, tenemos Ley: la Ley de la Comunicación del
Poder Popular.
El
carácter de pueblo comunicador está reivindicado con nuestra Ley, de cuyas
disposiciones somos sujetos todas las comunicadoras y comunicadores populares,
alternativos y comunitarios del país así como los órganos y entes
gubernamentales e instancias del Poder Popular que tengan competencia en
materia de comunicación popular.
Igualmente, la Ley, nos garantiza y potencia,
el derecho a la comunicación autónoma y plural y está llamada a ser un
instrumento fundamental para el fomento y consolidación de la organización,
equipamiento y funcionamiento de los actores de la comunicación popular, así
como para impulsar, promover y fortalecer el necesario y novedoso Sistema
Nacional de la Comunicación Popular.
Sistema que,
como contempla el Art.6, numeral 4 de la Ley, está integrado por el
conjunto de sujetos de la comunicación popular
que interaccionan a través de las
distintas vertientes comunicacionales y
está conformado por el “Consejo Nacional de la Comunicación
Popular, los Consejos Estadales y Municipales de la Comunicación Popular,
los Medios Populares, Alternativos y
Comunitarios, las Unidades de Producción y Formación para la
Comunicación Popular, las Productoras y Productores de la
Comunicación Popular y los Comunicadores y Comunicadoras Populares”.
Instancias estas que es imperativo constituir de tal manera de avanzar con la
activación de la Ley y en, consecuencia, con el desarrollo del movimiento
social de la comunicación popular para que pueda cumplir con su cometido
estratégico de coadyuvante del pueblo venezolano en su esfuerzo histórico de
construir una sociedad justa, soberana y humanista, en la que la comunicación
sea expresión colectiva y libre de cualquier tipo de mediatización.
La activación de la estructura contenida en la
Ley pasa por la elección, de abajo hacia arriba, en términos perentorios, de
los voceros y voceras de las distintas instancias que conforman el Sistema
Nacional de la Comunicación Popular.
Para
tal efecto, asumimos y exhortamos a todas las comunicadoras y comunicadores
populares del país a constituirse en promotores activos de la Ley, a promover
la conformación de los Consejos de la Comunicación Popular, previa a la elección libre y democrática de los voceros
por vertientes comunicacionales,en las distintas instancias, hasta llegar
al Consejo Nacional de la Comunicación Popular y lograr configurar de esta
forma el Sistema Nacional de la Comunicación Popular; en este sentido
disponemos hasta el 28 de marzo para cumplir con los lapsus contemplados en la
normativa legal.
Con la Ley es evidente que se abre una nueva
fase para la comunicación popular del país, porque, por, una parte, nutre y
dota al movimiento social de una nueva calidad orgánica, con la cual,junto de
fortalecerse en términos estratégicos y programáticos, le permite constituirse
en un interlocutor válido, en un actor social real, efectivo y propositivo ante
el gobierno, la sociedad y el Estado.
Pero,
al mismo tiempo, debemos estar consciente que se abre, también, una espita de
mayor confrontación con los sectores empresariales que controlan la mediática
privada del país y con la derecha paraopositora de la MUD que, naturalmente, en
el momento que consideren oportuno, en el marco de la táctica golpista que
manejan para derrocar al gobierno, van a arremeter contra la comunicación
popular, alternativa y comunitaria y contra la Ley de la Comunicación del Poder
Popular. Haciendo uso del control que
ahora ejercen de la Asamblea Nacional, es de suponer que van a proponerse
derogar nuestra Ley e imponer una normativa legal general de la comunicación de
acuerdo con sus intereses y con la concepción ideológica capitalista que tienen
de la vida y de la sociedad. Propósito derechista que debe tener la más recia
respuesta de rechazo por parte de los comunicadores y comunicadoras populares
del país, siendo que la única manera de contener tales designios es con la
organización y movilización del pueblo comunicador, de allí, que esta es otra
razón válida para que procedamos a activar, en términos inmediatos, nuestra
Ley.
Así
mismo, es de carácter inmediato la necesidad de proceder a dotar a la Ley de su
respectivo Reglamento, que como
sabemos, es un complemento instrumental básico para darle mayor concreción y eficiencia a los principios y
pautas contenidos en la Ley. En este sentido contamos con una ventaja
adicional, que la aprobación del Reglamento no pasa por la Asamblea Nacional
sino que ello es competencia del Presidente de la República en Consejo de
Ministros y allí contamos, eso es seguro, con la mayoría absoluta.
Compatriotas
comunicadores y comunicadoras populares, desde este Encuentro Nacional
Insurgente de la Comunicación Popular, realizado
en un momento, por demás oportuno, ante la situación crucial que atraviesa el país,cuando la derecha local
y el imperialismo están decididos a dar el zarpazo que han venido ansiando y
preparando desde el inicio mismo del proceso bolivariano, cuando la
insurrección contrarrevolucionaria está en puertas, le hacemos y nos hacemos
quienes en él participamos, un encarecido llamado, a todos, para erigirnos,
desde el ámbito de la comunicación popular, en defensores de los anhelos de
redención de nuestro pueblo y para dar la mejor respuesta a las pretensiones de
los enemigos de la Revolución Bolivariana y del pueblo venezolano. Por ello fue
un Encuentro, y así fue concebido, orientado marcadamente por lo político más
que por inquietudes de orden técnico aunque estas, naturalmente, también tuvieron
cabida en las deliberaciones.
¡VIVA CHÁVEZ! ¡VIVA LA REVOLUCIÓN
BOLIVARIANA!
¡A DERROTAR A LA DERECHA FASCISTA Y AL
IMPERIALISMO!
¡VIVA EL PUEBLO COMUNICADOR!
¡ACTIVEMOS LA LEY DE LA COMUNICACIÓN DEL PODER
POPULAR!
Encuentro Nacional Insurgente de la
Comunicación Popular
Charallave feb/2016
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